Eureka
Dinero, mujeres, placer, fiestas, alcohol y lo que no puede faltar, mi pasión: Las apuestas.
En eso se resume la "mundana" vida que llevo en Miami.
Un desmadre en todo su esplendor! Si me lo preguntan.
Pero... ¿Que pasa cuando soy obligado a pasar el verano lejos de todo eso?
En un pueblo del cual no recuerdo ni el nombre.
SÃ, soportarlo tendrá que ser suficiente para no perder todos los beneficios que me da ser el hijo de un hombre exitoso y millonario. ¡Joder! El sacrificio lo vale.
"Te aseguro que te encontraras a ti mismo, lejos de aquÃ, lejos de la mundana vida que llevas... me lo agradecerás" Esas fueron las palabras que utilizó mi padre cuando me dio la jodida noticia.
Si tan solo supiera que he encontrado algo mucho mejor: ¡La encontré a ella!
Su desprecio hacia mi es notorio, ella me odia, me atrevo a apostar. Es una salvaje, capaz de acabar con cada una de mis defensas.
¿Podré yo acabar con las de ella?
Eso lo veremos, porque de algo estoy seguro, yo siempre consigo lo que quiero.
...o al menos eso creÃa hasta que la verdad quedó al descubierto.
Departamento 23
-¡Esto se acabó! ¡Ya no puedo más! -la oigo gritarle.
De no ser porque ya la he escuchado decirle lo mismo un millón de veces, lo creerÃa.
Pero lo sé. Siempre vuelven. Ella siempre regresa a sus brazos.
Y no es que me importe. Es solo la chica que vive a mi lado, el en departamento 23.
Aunque debo admitir que siento lastima por ella.
Una chica tan hermosa no deberÃa que sufrir por un cabrón como ese. Pero...
¿Que puedo opinar yo?
Si solo soy otro desgraciado más de la lista.
Muchas veces las personas crean su propio infierno y disfrutan de quemarse en él. Yo vivo en el mÃo, y no me quejo.
Pero ¿Ella? No creo que el infierno sea su lugar, y tengo unas jodidas ganas de sacarla de allÃ.
A veces, cuando su mirada se cruza con la mÃa y veo el dolor reflejado en sus ojos... solo en esa ocasión llego a creer que quizás yo, pueda ser, mejor que él.